La locura y el miedo... la guerra.
Pinturas que tienes que ver, al menos, una vez.
“¿Qué cree usted que es un artista? ¿Un imbécil que sólo tiene ojos si es pintor, oídos si es músico o una lira que ocupa todo su corazón si es poeta? Bien al contrario, es un ser político, constantemente consciente de los acontecimientos estremecedores, airados o afortunados a los que responde de todas maneras. No, la pintura no se hace para decorar pisos”
Pablo Picasso
Picasso pintando el "Guernica" en 1937
La historia del “Guernica” comienza en enero de 1937, cuando el gobierno de la república encarga a Picasso un gran cuadro para el pabellón español de la Exposición Universal que se celebraría ese año en París. Desde el 1 de mayo, en un ático del número 7 de la parisina rue des Grands Augustins, el malagueño invierte varios días en numerosos esbozos preparatorios (un total de 62) antes de abordar el lienzo en blanco. El 10 de mayo empezó a pintar su gran obra. Pocos días antes, el 26 de abril, la localidad vasca de Gernika había sido bombardeada y devastada por la Legión Cóndor alemana. El tema corre de boca en boca entre los españoles en París y la prensa francesa también se hace eco de ello. Todos los expertos coinciden en que los comentarios populares y las imágenes en blanco y negro que publican los periódicos del ataque indiscriminado sobre la población civil y la devastación de la ciudad dan definitivamente al malagueño el tema para la obra que en esas fechas tiene entre manos.
Si bombas, sin cañones, sin soldados, sin colores y sin imágenes explícitas de violencia. Constituye el mayor y más universal alegato contra la violencia y la barbarie de la guerra.
Si bombas, sin cañones, sin soldados, sin colores y sin imágenes explícitas de violencia. Constituye el mayor y más universal alegato contra la violencia y la barbarie de la guerra.
Banda sonora de la película "Por quien doblan las campanas" de 1943.
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